Las palabras se las lleva el viento. Nunca hay que fiarse en palabras, sino en hechos. Los hechos -anunciados o no-, siempre terminan mostrándonos cómo es la realidad. Pero no hay que fijarse en uno ni dos, sino en la recopilación de todos, durante todo el tiempo posible.
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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