domingo, 23 de enero de 2011
Sí, se puede pasar del amor al odio y viceversa. Sin razones, o mejor dichos con todas las posibles, aunque sean inventadas, aunque surjan de maquinarnos. Así es la vida. No se puede todo, más de una vez te habrás hecho la cabeza y después te tiraron un baldazo de agua congelada, porque ni siquiera fría, congelada, un hielo que te dio justo en la cabeza y te despertó. Qué bien y qué mal, no?!. Acalambrante la sensación, pero por lo menos ya no estás soñando. Ya le inventaste el fin al cuento de hadas, -y como en la realidad- no es el mejor final. Pero justo te quedabas sin hojas o sin tinta, lo más probable es sin hojas, porque... qué ibas a seguir escribiendo?, inventos?, cosas poco interesantes y/o poco probables?. No, definitivamente así no sirve escribir realidades... por otro lado... para qué estar en la realidad si la fantasía es mucho mejor?. En la realidad te das una, dos, diez veces la cabeza contra la pared, y aún así seguís corriendo estúpidamente hacia ella. En cambio en la fantasía podés inventarte alas justo antes de golpearte, y ahorrarte el malestar. Por qué vivir en la tierra como lo dice la realidad, y no poder vivir en las nubes tal vez, como puede ocurrir en la fantasía?. Por qué vestirnos alineados, combinados, estar atrapados en uniformes y no poder vestir multicolor, sin línea alguna y sin prendas específicas?. Dónde está escrito que rayas, puntos y cuadros no pegan?. Por qué no se puede ir corriendo por el medio de la calle?. Por qué miran mal si no soy chica y me hago dos colitas? ... no sé vos, pero yo prefiero vivir en la fantasía.
