Lectorsillos

domingo, 18 de agosto de 2019

Disease

Sos como una enfermedad. Así se siente quererte. A veces algo simple como una gripe, a veces algo desesperanzador como una enfermedad terminal. Con vos no hay punto medio, y conmigo desde que te conozco, tampoco.
Existen días, cuando sos gripe, en los que me levanto y me pesas, pesas en mi conciencia, pesas en mi alma. Me pesa quererte, me molesta, sos una molestia, constante, que no se va ni con todo el té del mundo. Existen días, en los que me quiero quedar acostada a ver si se me pasa, a ver si así te recuerdo un poquito menos, a ver si así doles un poquito menos. Días en los que sé que si me duermo, te olvido.
Después están esos otros días, días en los que no sos una simple gripe, días en los que te volvés algo maligno, días en los que sos una enfermedad terminal. Esos días abro los ojos y ya sin levantarme, inmóvil en la cama, te pienso, porque venías de mis sueños. Allí te encontré y allí decidí inmortalizarte, inmortalizar los buenos momentos que a esta altura ya no estoy segura si existieron. Porque elijo eso, elijo quedarme con lo que no dolía tanto, porque todo lo demás duele y va a seguir doliendo. Son días en los que te tengo en lo más profundo de mis células, en todas ellas. Días en los que no te puedo arrancar de mi cuerpo, días en los que me duele todo porque lo único que me duele es el alma. Días que aunque me durmiese en este instante, no te puedo borrar, no desaparecés, porque duele. No se puede hacer nada, no se puede llorar, no se puede reír, no se puede salir, porque doles igual, en todo momento y lugar. No me puedo abstraer. Tenés ese poder, de seguir atrapandome aunque ya sepa todo. Aunque ya sepa que sos algo muy oscuro. Me gusta tu oscuridad, necesito tu oscuridad, soy mucha claridad para vos y aún así necesito de tus tintes negros.
Yo te digo que no me importas, por supuesto que es mentira, ¿cómo podrías no importarme?. Ojalá pudieses desaparecer y con vos todo lo que me pasa. No me basta con no verte, con no saber de vos, necesito que todo esto se vaya lejos y no recordarlo más, porque está todo excelente hasta que llegan los días "terminales", donde no puedo parar de pensarte y tan sólo esas 24hs me valen por todas las otras miles en que "fuiste gripe". Veinticuatro horas que me hacen diminuta, porque no importa cuán bien intente estar, cuán superada me encuentre, cuántas cosas haga por estar bien, siempre van a existir esos días donde te sueño, donde incluso antes de despertarme y caer en esta realidad, sos lo primero que cruza por mi cabeza.