Paguemos algo que todavía no rompimos, para que luego no nos vengan a frenar y terminemos con el barco destrozado, y los restos del naufragio zozobrando sobre el mar
Por ahora tengo ganas de estar solo, y me queda poco tiempo de ahora en más. Lo que dure mi recuerdo en tus ojos, y cuando parpadees no estaré más.
Aunque el faraón le ponga un precio alto a mi cabeza, y yo demore en escapar un rato más, me verás surgir y recaer. No seré aprendiz de borrego, al menos en esta vida.
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