Lectorsillos

domingo, 3 de mayo de 2015

El borrón de mis memorias

Catarsis otra vez.
Miro para atrás y veo de todo. Cosas malas, cosas buenas, regulares, imprevistas, llantos miles, risas un millón.
No sé qué hago mirando para atrás. Otra vez, como siempre. Caí de nuevo en la nostalgia, y es que ¿qué voy a hacer?. ¿Puedo hacer algo?. ¿Puede algo de lo que haga cambiar cómo me siento?. No. Es siempre lo mismo; vuelvo y vuelvo y ya sé que ahí no hay respuestas a nada, o tal vez sí y aún no las leo.
No sé para qué vuelvo ni tampoco por qué debería no hacerlo. Sólo sé que vuelvo.
En realidad en el fondo, y casi sin querer admitirlo sí sé por qué. Y es que quiero sentir lo que sea, de nuevo. Quiero hacerlo vívido y para siempre guardarlo todo, así duela, no me importa. Lo voy a conservar en lo más profundo de mi laberinto, en mi bitácora de anhelos. Lo quiero tener ahí y volver cada vez que lo necesite. Porque no importa qué tanto crea que lo tengo olvidado y que tan poco me acuerde en el momento. Vuelve, siempre vuelve y ya no lo quiero oprimir más. Quiero que sea, que exista, que se materialice.
Tengo que dejar de negar y empezar a aceptar. No se puede borrar todo y está bien que así sea.
Hay que dejarlo libre y eso es precisamente lo que voy a hacer. Voy a regresar sin buscar demasiado. Quiero que esté ahí, latente, que salga cuando sea desbordantemente necesario. Lo voy a dejar ser.

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