Raro.

Sí, no tengo otra palabra para describir lo que pasa en esta casa(versito jaja).
Paso a relatarles mis experiencias. Son sólo 2 y pasaron en la misma semana.
Resulta que no sé bien que día, pero creo que fue el lunes o el martes, iba saliendo tranquilamente del liceo, aproximadamente a las 13.35, y empecé a caminar tranquilamente, una cuadra, dos, cuando miré el cel, tenía una llamada perdida de mi casa hacía aproximadamente 1 minuto, en eso me crucé a mi hermano que iba yendo para el liceo y le pregunto "por qué me llamaste?, qué pasó?", a lo que él responde "yo nunca te llamé, qué decís?", y bueno ahí me dije: opa, qué está pasando? me está haciendo una joda de seguro, qué tarado. Pero lo pensé mejor y coincidía su versión... por qué me iba a llamar si no necesitaba nada?, y si hubiera sido él sin querer, me lo hubiera dicho sin problemas... pero lo medité un poquitín más y he aquí la cuestión... en casa no había nadie, mis padres trabajan de la mañana hasta las 7 de la tarde, y... en ese horario menos, hacía un minuto de la llamada, mi liceo queda a 5 cuadras de casa, yo que camino rápido hago 1 minuto 1 cuadra, pero él no, y aunque lo hiciese no podía ser, estábamos a 3 cuadras de casa, cómo se supone que en 60 segundos haga 3 cuadras caminando????. En ese instanté no le di demasiada importancia, aunque un poco me asusté y seguí con mi vida.
Segundo suceso, miércoles.  Estaba en casa tranquila, sola, mis padres trabajaban y mi hermano estaba en el liceo. Eran aproximadamente las 4 y media de la tarde. Tenía que ir a la biblioteca del liceo a buscar algo de química así que apronté todo y me fui. A eso de las 5 volví a casa, abro la puerta y en el piso había un poquito de tierra y una hoja encima, como si se hubiera caído tierra de una maceta chiquita, porque apenas acanzaba para llenar una cuchardita de té la tierra, pero estaba esparcida completamente. Ahí sí me preocupé más, porque yo tranqué la puerta, mi hermano nunca tiene llaves, por lo que siempre que entra estoy yo en casa. Estaba la caa tal cual la dejé, excepto por esa tierra y esa hoja. O sea, evidentemente nadie había entrado...